jueves, 10 de diciembre de 2015

Las trampas del CIS


Los rigores del invierno hacen que la temporada de setas finalice, porque las leyes de la climatología son insalvables. Pero la climatología política de este año 2015 hace que la temporada de encuestas se alargue hasta la saciedad.
Ante unas elecciones políticas, la mejor herramienta para intentar predecir el resultado es la encuesta. No vamos a entrar aquí en sofisticadas explicaciones sociológicas, pero la razón fundamental es que la encuesta tiene exactamente la misma forma que las elecciones, y en eso radica su potencia. Y de todas las encuestas que se hacen, la del Centro de Investigaciones Sociológicas es la mejor, aunque sólo sea porque encuesta a 17452 personas. Y también es la que más nos gusta manejar a los/as sociólogos/as, porque es la que ofrece un informe más completo y la posibilidad de trabajar directamente con los datos brutos de la encuesta.
Pero no podemos olvidar que todas las encuestas tienen márgenes de error. Este es un primer asunto para comentar. Los 17452 cuestionarios hacen que el margen de error sea del 0.76% y eso es un error insignificante. El problema está en que los escaños se asignan por provincias, por lo que dicho margen de error sirve de poco. Hay que fijarse en el margen de error de cada provincia para poder interpretar los resultados con justicia.
Usemos el caso de la provincia de Albacete. En dicha provincia se han completado 252 cuestionarios, por lo que el margen de error es del 6.3%. Y esto cambia mucho las cosas. Por cierto, las provincias con menor margen de error son Barcelona y Madrid, con un 3.5% y un 3.56% respectivamente. Más adelante volveremos a estos márgenes de error.
Todas las encuestas electorales tienen un segundo problema (y este es el más importante): la gran cantidad de personas que no manifiesta su intención de voto. Este es siempre el grupo más numeroso, al que llamaremos indecisas aunque puede ser que no estén tan indecisas como parece, y así no se puede predecir un resultado con fiabilidad (en la del CIS este grupo es el 25.2%). Por eso hay que hacer una operación compleja, la de asignar esas personas que no sabemos lo que van a votar entre las diferentes opciones que concurren a las elecciones, y para eso se utilizan diferentes procedimientos. Pero no existe ningún argumento científico que nos asegure que alguno de esos procedimientos sea el correcto.
Leer los resultados de la encuesta requiere cierta prudencia. Lo primero a mirar es la intención de voto directo más la simpatía (porque es previsible que quien vote lo haga por su partido favorito). Con eso ya reducimos las indecisas al 20.2%. Pero tenemos que tener cuidado con las trampas del CIS. En su encuesta separan las opciones de PODEMOS en 4 grupos (Cataluña, Valencia, Galicia y resto de España). Para poder comparar con el resto de partidos hay que sumar todo eso.
¿Qué tenemos ahora? PSOE (18.9%), PP (18.6%), PODEMOS (13.8%), CIUDADANOS (13.6%) y UNIDAD POPULAR (3.4%). Pero esto no sale en las portadas de los diarios ni en las televisiones.
Todavía tenemos que asignar a las indecisas que, con el 20.2%, sigue siendo la principal opción elegida. Y aquí es donde se cocinan todos los datos para conseguir un resultado perfecto. Pero esta operación no se hace con números, sino con hipótesis que nunca han sido contrastadas, como el recuerdo de voto. Pero hay una pregunta de la encuesta que aporta cierta información: ¿es Ud. partidario/a o no de que, tras estas elecciones generales, gobierne un partido o partidos distintos del que gobierna en la actualidad? Aquí el número de indecisas se reduce mucho (5.7%) y, sorprendentemente, quienes son partidarias de que siga gobernando el PP es el 19%. Lo lógico es pensar que entre las indecisas no hay mucho entusiasmo en que ese partido siga gobernando (concretamente, un 0.4%). Pero el CIS ha pensado mejor las cosas y ha repartido a las indecisas de la siguiente manera:
Al PP le añade un 12.4%, al PSOE el 5.9%, a CIUDADANOS un 7.4%, a PODEMOS el 3.9% y a UNIDAD POPULAR un 1%. Y con eso se llega a lo que sí ocupa las portadas de los periódicos, los que adornan todas las barras de bares y clubes de jubilados de este país. Pero para no perder la perspectiva hay que distinguir entre lo que sí nos asegura la encuesta y lo que sólo nos asegura el CIS (sin que sepamos el por qué) y que a partir de ahí, lo más sensato es que cada uno saque sus propias conclusiones.

Partido
Lo que asegura la encuesta
Lo que inventa el CIS
PSOE
18.9%
20.8%
PP
18.6%
28.6%
PODEMOS
13.8%
15.7%
CIUDADANOS
13.6%
19.0%
UNIDAD POPULAR
3.4%
3.6%

Sigamos con el ejemplo ¿Qué pasará en Albacete, donde hay 4 escaños en el reparto? Pues no lo sé, pero para que dos partidos se repartan todo el pastel tendrían que tener más del 30% de los votos cada uno, cosa poco probable si nos fijamos en las pasadas elecciones autonómicas.
Y si recordamos que el margen de error de la encuesta, para la provincia de Albacete, es del 6.3%, la cosa puede hasta resultar divertida.


Conviene recordar estos detalles. Igual que también conviene recordar que las encuestas preelectorales no se hacen para saber lo que ocurrirá, sino para influir en las personas que pueden votar. Por cierto, el Centro de Investigaciones Sociológicas depende directamente del gobierno, que es quien nombra a su director/a. Esto tampoco hay que olvidarlo.

sábado, 28 de marzo de 2015

PODEMOS: la transparencia se demuestra andando


Hay gente que, desde las elecciones europeas, me viene preguntando que qué es eso de la transparencia de la que tanto se habla en PODEMOS. Y como soy una persona a la que le gusta abusar de los ejemplos, para intentar explicar las cosas, aprovecho las circunstancias para entrar en materia.
La transparencia tiene mucho que ver con la información. En la práctica política a la que estamos acostumbrados desde hace décadas, ocultar información es uno de los principios básicos del éxito político. Quien más información tiene parte con mucha ventaja frente a quien no dispone de casi ninguna. Por eso, ocultar información es una de las características de los políticos profesionales y, frente e eso, desde PODEMOS se enarbola la bandera de la transparencia, que consiste precisamente en todo lo contrario: la información, toda la información, tiene que estar disponible para que cualquier persona acceda a ella. Si tuviésemos una sociedad en la que ningún político pudiese ocultar información, y toda la ciudadanía estuviera plenamente informada, las trampas y las corruptelas tendrían las horas contadas.
En el proceso de primarias para elegir las candidaturas que PODEMOS presentará en las próximas elecciones autonómicas, algunas de ellas hacen gala de esta ya famosa transparencia. Tenemos cerca un ejemplo, con la lista PODEMOS CAMBIAR CASTILLA-LA MANCHA (PCCLM), encabezada por Goyo López Sanz, y cuya cabecera comienza con esa palabra. Transparencia.
Frente a esa candidatura, también concurre la denominada GANAR CASTILLA-LA MANCHA (GCLM), encabezada por José García Molina, que en sus mensajes publicitarios no dice nada sobre transparencia. Esta ausencia, ¿quiere realmente decir algo, o se trata simplemente de una diferencia estética? me fijaré en dos aspectos para responder a esta cuestión, ya que en PODEMOS es un asunto importante, pues la falta de transparencia es una de las características de la “casta”.
1. El procedimiento: me refiero a las formas en cómo se han construido ambas candidaturas. Así, PCCLM lanzó públicamente un manifiesto, en el que se hacía un llamamiento a todos los círculos de CLM para participar en dicho proceso, promovido por un grupo de personas de varias provincias que querían concurrir a estas primarias con Goyo López como candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades. A partir de dicho manifiesto, se organizaron reuniones provinciales públicas y abiertas a todas las personas interesadas (la de Albacete se realizó en la Plaza de la Catedral), para que cada provincia eligiese las personas que figuran en la candidatura.
Frente a esta modalidad, la lista GCLM publicó directamente su candidatura y, según sus declaraciones, fruto de reuniones privadas (no abiertas a cualquier persona de PODEMOS que quisiese participar, por lo que se desconoce quiénes participaron en esas reuniones, dónde tuvieron lugar, etc.) en las que construyeron un equipo homogéneo. No valoro la capacidad de dicho equipo, pero sí conviene constatar que esta candidatura adolece de falta de información hacia el resto de personas inscritas en PODEMOS CLM.
2. La candidatura: me refiero a la información que, en cada caso, se facilita sobre todas las personas que forman parte de cada lista. Utilizaré algunos casos concretos para esto.
La candidatura PCCLM presenta el historial de su cabeza de lista, Goyo López, en la que se especifica su lugar de origen (Casas Ibáñez) y su profesión actual, su experiencia política como alcalde de Casas Ibáñez desde 1999 hasta 2007 (vinculado al PSOE, partido que abandonó en 2011) y su pertenencia a cuatro asociaciones concretas, incluyendo un enlace para poder acceder a un documento de 98 páginas con su currículum completo.
La candidatura GCLM presenta el historial de su cabeza de lista, José García, en la que también se especifica su lugar de origen (Barcelona) y su profesión actual, su reciente dedicación política como Secretario General de PODEMOS CLM y su pertenencia a asociaciones, aunque sin precisar ni a cuántas ni a cuáles.
En este caso parece que no hay excesivas diferencias, pero conviene comparar el caso de Goyo López con alguien que también tenga experiencia política anterior, ya que José García parece que carece de ella. Así, en la candidatura GCLM nos encontramos a Manuel Jesús Arias Marín, del que simplemente se dice que es diplomado en Magisterio y funcionario de la Junta de Comunidades. Curiosamente, se trata de la persona que fue secretario personal de José Bono durante los últimos años de mandato como Presidente de la Junta de Comunidades, y que lo siguió siendo mientras José Bono fue Ministro de Defensa. No parece una dedicación política baladí y merecería figurar en su perfil personal, por lo que parece lógico pensar que se trata de una información que se ha ocultado expresamente. Tampoco valoro ahora la capacidad de Manuel Jesús, pero sí conviene constatar que en su perfil personal falta información importante sobre el ámbito político de este individuo.
Volvamos al principio. La transparencia tiene mucho que ver con la información y, en el caso de estas elecciones primarias, PODEMOS CAMBIAR CASTILLA-LA MANCHA seguramente tenga carencias en determinados aspectos, tal y como previsiblemente ocurra con la candidatura de GANAR CASTILLA-LA MANCHA. Pero en asuntos de transparencia creo que la cosa está clara. Porque la transparencia se demuestra andando.

lunes, 26 de enero de 2015

GANEMOS ALBACETE, ahora no



Con la aprobación de los documentos ético y organizativo, y resuelto ya el asunto de la forma jurídica, GANEMOS ALBACETE adquiere carta de naturaleza de cara a las próximas elecciones municipales. Hasta ahora todo se movía en el terreno de la tentativa y, en ese terreno, unas y otros nos movíamos con ciertas reservas. Ahora ya no tiene sentido ni el uso de eufemismos ni el de los dobles sentidos. Podemos hablar claro.
Asistí desde la primera convocatoria a todas las reuniones preparatorias y a todas las asambleas oficiales, y tras la celebrada el pasado 24 de enero ya he manifestado mi retirada del proyecto. Pero tras la retirada, quiero aclarar mis posturas en relación con determinados aspectos de esa iniciativa política.
Desde la misma noche electoral de las pasadas elecciones europeas de 2014, los partidos políticos de IU y EQUO en Albacete, manifestaron su interés en entablar conversaciones con PODEMOS, de cara a las elecciones municipales de 2015. Desde ese momento, y hasta ahora, la postura de PODEMOS ha sido clara: los compromisos de PODEMOS se tendrán que aprobar por su asamblea ciudadana, y hasta que no concluya el propio proceso de constitución de PODEMOS no abordaremos esa cuestión. Mientras, las iniciativas políticas que puedan surgir para las elecciones municipales deben organizarse como consideren conveniente, y cuando PODEMOS esté en condiciones de poder abordar este tema, analizará la realidad concreta de cada municipio y adoptará la postura conveniente, ya que cualquier iniciativa política, per se, no garantiza que se ajuste a la metodología que PODEMOS aprobamos en la pasada Asamblea de Vistalegre.
En este sentido, siempre manifesté que mi presencia en GANEMOS ALBACETE era a título individual y que, llegado el momento, adoptaría la decisión que, también a título individual, considerase mejor.
Durante todo este proceso han ocurrido muchas cosas. Sólo me detengo en aquellas más importantes, y que son las que justifican mi retirada.

ESTRATEGIA POLÍTICA: Concurrir a una elecciones es participar en un juego de suma cero (yo gano si los demás pierden), y en los juegos de suma cero hay que salir a ganar. En Albacete, ganar unas elecciones municipales no es conseguir 3 o 4 concejalías, es obtener 14. Y para eso hay que utilizar estrategias que permitan un vuelco electoral total. Para jugar a pactar pos-electoralmente con el PSOE yo no me apunto.
Y esas estrategias tiene que pasar por presentar algo totalmente nuevo y diferente, y que se ajuste a las tendencias sociales que, actualmente, son mayoría. Repetir el discurso de la unidad de la izquierda, ofreciendo a la ciudadanía una coalición de partidos, es algo que se viene haciendo desde la creación de IU y todos sabemos los resultados obtenidos.
Ya dije en su momento que el propio manifiesto inicial de GANEMOS ALBACETE me parecía algo rancio, que me recordaba a los que se repartían durante los primeros años de la Transición. Por mi profesión, sé que el mensaje es fundamental para movilizar la acción de las personas, pero no supe transmitir esa idea durante las reuniones.
El momento político actual es novedoso, pero simplemente porque una nueva fuerza política, PODEMOS, mantiene una intención de voto del 20-25%. Esto rompe con la situación anterior de bipartidismo y crea las condiciones necesarias para que el sistema político no se limite a lo que ofertan el PSOE y el PP que, en lo fundamental, es exactamente lo mismo. En este sentido, la estrategia electoral debe intentar imitar a la estrategia de PODEMOS, porque tenemos evidencias empíricas de que es una estrategia adecuada para el fin al que pretendía llegar GANEMOS ALBACETE.
Pues bien, desde octubre de 2014, tras la Asamblea de Vistalegre, se sabe que PODEMOS plantea 3 cuestiones que considera la base sobre la que construir un proyecto político ganador: los principios éticos, la forma de trabajo y la fórmula jurídica ha utilizar. Y son importantes porque sitúan el juego electoral en un tablero marcado por 3 ejes. El eje de la ética (frente a la corrupción organizada), el eje de la democracia (frente a la mafia organizada de la cúpula de los partidos, la famosa casta) y el eje de la ciudadanía (frente a un sistema de partidos que, mayoritariamente, no nos representan). Son las 3 ideas-fuerza que dotaron de sentido al 15M, y es de ese 15M del que hay que aprender para construir espacios electorales en los que los partidos políticos clásicos no tengan ventaja.

ÉTICA: Todos los partidos se han dado cuenta de la necesidad de aparentar un cierto compromiso ético, aunque son públicos los nombres de ladrones y estafadores que pertenecen (o pertenecían) al PP, al PSOE y a IU (sólo me detengo en los 3 partidos principales, hasta la aparición de PODEMOS). Esto obliga a presentar un compromiso ético inicial, garantista y restrictivo, para que la ciudadanía comprenda que se quiere hacer política de otra manera. Sin profesionalizarse (limitación de mandatos) y sin enriquecerse (limitación salarial). De manera que se elaboran unos principios éticos en GANEMOS ALBACETE que responden a estos criterios, que estoy dispuesto a asumir y que creo que también asumiría PODEMOS ALBACETE.

DEMOCRACIA: Hasta ahora, los partidos eran los que decidían quienes se presentaban a las elecciones y quienes no. Hay investigaciones sociológicas que muestran cómo, desde hace años, la ciudadanía criticaba las listas cerradas como mecanismo de elección, pero los partidos preferían hacer oídos sordos antes que perder el control sobre ello. Pero ahora la ciudadanía sabe que los partidos funcionan como una mafia, en la que la cúpula de la familia dice lo que hay que hacer y lo que no. Y es en ese primer mecanismo de selección de candidatas/os en donde se produce el truco del trilero: sólo podremos elegir entre quienes ellos quieren que elijamos (parejas, hermanos y primos -imputados incluidos- de una oligarquía que nunca cambia, que simplemente va cambiando de puesto).
Frente a esto, se imponen sistemas horizontales, en los que sean las personas las que formen las listas, no los partidos. Y de aquí surgen los sistemas de primarias abiertas a toda la ciudadanía, pero que para que sean reales no pueden estar mediatizadas (ni siquiera en una ínfima parte) por los partidos políticos. GANEMOS ALBACETE trabaja en este sentido, pero durante el proceso de redacción de su procedimiento electoral, elimina el requisito que impedía a cualquier partido el presentar personas a dichas primarias abiertas, como representantes de su propia formación política. Esto deja la puerta abierta a algo que pondría en cuestión este eje, que no estoy dispuesto a asumir y que es totalmente contrario a lo que PODEMOS aprobó en la Asamblea de Vistalegre.

PARTICIPACIÓN: Si queremos ofrecer a la ciudadanía una herramienta política para que se puede recuperar parte del poder político, esa herramienta tiene que estar, al 100%, en manos de la ciudadanía. Desde este punto de vista es desde el que la fórmula jurídica utilizada cobra especial significado. La coalición de partidos reduce la presencia de las personas a la mera subsidiariedad, el ordenamiento jurídico ni siquiera la contempla, y otorga a los partidos de la coalición una serie de derechos a los que pueden renunciar inicialmente, pero que podrán recuperar siempre que quieran. Frente a esto, la agrupación de electores ofrece dos claras ventajas (ventajas en términos de participación, que es el eje en el que estamos). La primera es que impide la presencia institucional de los partidos políticos (por lo que no se podría plantear el riesgo de que los partidos postulen a sus propios candidatos), y la segunda es que obliga a tener un respaldo social suficiente (3000 firmas documentadas). Así, la coalición de partidos plantea ciertos riesgos que tampoco estoy dispuesto a asumir, aunque PODEMOS ALBACETE tendría que decidirlo en un referéndum interno (en el que yo haría campaña por el NO), ya que en la Asamblea de Vistalegre se dejó abierta esa decisión.

Epílogo: Todas las iniciativas electorales que pueden asemejarse a GANEMOS ALBACETE, inician su andadura con un discurso similar: La ciudadanía está harta de cómo se ha hecho la política hasta ahora, y demanda una nueva manera de hacerla. Esto es importante, Ganemos responde a una demanda, no puede ser un salto al vacío. Y para visualizar esa demanda se establece un procedimiento garantista, el lanzamiento de un llamamiento para que esa ciudadanía lo haga suyo, mediante la firma del 1% de la población afectada. En el caso de Albacete, ese 1% son 1700 personas. Cifra que se rebajó a 1300 sin más argumento que el de que es más difícil obtener 1700 firmas que 1300.
Y el plazo para su recogida se cerraba a mediados de enero (ya está cumplido). El caso es que en la página web http://www.ganemosalbacete.es/ sólo se llegaron a registrar unas 500 firmas, aunque a día de hoy ya ha desaparecido de la web la pestaña que enlazaba con el manifiesto y las firmas. Debe ser que se ha dado por concluido lo de recoger firmas, pese a que sólo se han podido recoger el 38% de las necesarias.
Esta situación, por sí misma, obligaría al abandono del proyecto o, como mínimo, a plantearse el tema (¿hasta dónde llega la demanda real de la ciudadanía de Albacete?¿por qué el manifiesto no ha reunido el apoyo esperado?). Pero se ha optado por la táctica del avestruz, enterrar la cabeza e ignorar el problema. Ante esto no sé qué postura adoptará PODEMOS ALBACETE, pero la mía es la de la coherencia.
Tal vez a algunas personas les gustaría que sus deseos sean los deseos de la mayoría de la población (incluso pueden llegar a pensar que si no es así es porque la ciudadanía está equivocada, a ver si la próxima vez que haya elecciones aciertan y nos votan), pero yo tengo claro, tal vez por deformación profesional, que intentar forzar algo que no se desea es asegurarse el fracaso.